Algún día, la tecnología para monitorear la actividad cerebral y los movimientos oculares podría usarse para detectar cuándo una persona se está quedando dormida mientras conduce y alertarla para evitar un accidente.
Los investigadores en Inglaterra están trabajando para combinar dos herramientas de alta tecnología: el seguimiento ocular de alta velocidad y la grabación cerebral de electroencefalografía (EEG), para comprender lo que sucede en el cerebro mientras los ojos se mueven.
La electroencefalografía implica colocar sensores en el cuero cabelludo de una persona para registrar los soplos eléctricos de las muchas neuronas del cerebro. Los investigadores miden EEG mientras miden simultáneamente los movimientos oculares.
"Esta es en realidad una tarea muy desafiante, porque cada vez que movemos nuestros ojos, introduce artefactos muy grandes en la señal del EEG", dijo el neurocientífico Matias Ison, de la Universidad de Leicester en Inglaterra, que forma parte del equipo de investigación.
Los científicos podrían usar esta tecnología para detectar los signos reveladores de somnolencia en un conductor, buscando patrones característicos de actividad cerebral y patrones erráticos de movimiento ocular que indiquen que una persona está en la fase temprana de quedarse dormido. De hecho, ya se han desarrollado sistemas que utilizan el seguimiento ocular para detectar conductores somnolientos. Pero los sistemas que también monitorean la actividad cerebral podrían mejorar en gran medida la detección.
Según el Departamento de Transporte de Inglaterra, se estima que la fatiga causa alrededor del 20 por ciento de los accidentes automovilísticos en el Reino Unido (donde se realiza la investigación) y también juega un papel importante en los accidentes en los Estados Unidos y Australia.
La tecnología de seguimiento del cerebro y los ojos también podría usarse para desarrollar interfaces de computadora del cerebro, cuyo objetivo es restaurar el movimiento o la comunicación a personas con discapacidades de movimiento graves, y de hecho, algunos sistemas ya los usan. Por ejemplo, las personas con esclerosis lateral amiotrófica (enfermedad de Lou Gehrig), una enfermedad que causa la degeneración progresiva de las neuronas motoras, mantienen un buen control de sus movimientos oculares hasta las últimas etapas de la enfermedad, dijo Ison. La incorporación del seguimiento ocular con control EEG podría conducir a mejores interfaces de computadora cerebral, dijo.
Pero en este punto, Ison y sus colegas todavía están tratando de comprender los mecanismos básicos detrás de los movimientos oculares y la actividad cerebral. Estos mecanismos son importantes para, por ejemplo, reconocer a un amigo en una multitud. Las personas miran caras individuales en secuencia hasta que encuentran una familiar, pero ¿qué está haciendo el cerebro? Hasta ahora, las personas estudiaban este fenómeno mostrando a los participantes imágenes y diciéndoles que no movieran los ojos, debido a los artefactos que ese movimiento crearía en las señales cerebrales.
"Había una gran brecha entre la forma en que pudimos estudiar el cerebro y la forma en que ocurren las cosas" en realidad, dijo Ison a LiveScience. Dijo que espera cerrar esa brecha. Sus experimentos actuales implican que una persona busque una cara en una multitud utilizando movimientos oculares naturales.
El primer EEG se construyó hace más de 80 años, y los científicos lo han estado utilizando para investigación y aplicaciones clínicas durante los últimos 50 años, dijo Ison. Aún así, "en realidad solo estamos comenzando a comprender cómo funciona el cerebro para la visualización natural en condiciones de la vida real".