El pensamiento tradicional es que la vida en la Tierra comenzó ... en la Tierra. Pero tal vez la fuente de vida en la Tierra vino del espacio, enganchando un viaje a bordo de bolas de hielo y polvo: cometas.
Esta es la controvertida teoría propuesta por Chandra Wickramasinghe, un astrobiólogo de la Universidad de Cardiff en el Reino Unido. Wickramasinghe es uno de los defensores de la teoría de la panspermia desde hace mucho tiempo; que la vida en la Tierra se originó en el espacio u otro planeta.
Wickramasinghe y su equipo afirman que la nueva evidencia reunida por las sondas espaciales revela cómo estos primeros organismos podrían haber comenzado.
Cuando la nave espacial Deep Impact de la NASA terminó su vida en 2005, chocando con el cometa Tempel 1, descubrió una mezcla de partículas orgánicas y de arcilla dentro del cometa. Una teoría sobre los orígenes de la vida es que las partículas de arcilla actúan como un catalizador, permitiendo que las moléculas orgánicas simples se organicen en estructuras cada vez más complejas. La misión Stardust de 2004 encontró una gama de moléculas complejas de hidrocarburos cuando recolectó partículas del cometa Wild 2.
El equipo de Cardiff cree que los elementos radiactivos dentro de los cometas podrían calentar los bolsillos y tostar lo suficiente como para mantener el agua en su forma líquida durante millones de años. Estas bolas de hielo podrían servir como incubadoras perfectas para la vida temprana. Y cuando uno finalmente se estrella contra un planeta, entrega esta vida a su nuevo hogar.
Hay tantos cometas por ahí, con potencialmente tantos bolsillos líquidos adentro, que Wickramasinghe y su equipo calcularon que la probabilidad es mucho mayor de que la vida se inicie en los cometas, y no aquí en la Tierra.
Con cualquier teoría controvertida, hay muchos científicos que piensan que esto es demasiado especulativo. Sin evidencia real de uno de estos oasis dentro de un cometa, es solo una idea interesante. Quizás la misión Rosetta de la ESA, actualmente en camino hacia el cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko, y equipada con un módulo de aterrizaje será solo una herramienta para reunir este tipo de evidencia.
Fuente original: Comunicado de prensa de Cardiff